Cristales rotos

Anoche, sin que te dieras cuenta, miré fijamente al sol. Sin pestañear. Sin muecas. Sin temor.
Anoche, sin que me diera cuenta, sostuve la mirada. En línea recta. Directa. A ti.

Y estalló.

Te estalló en la cara de sopetón. Yo ya sé bien con que sonido te derribó. A cuatro patas, sin entender nada, pidiendo algo a la vida que en ese momento tiene cosas más importes a las que responder. Y dime ¿verdad que te sangra la herida? Esa que te alcanzó a pecho descubierto, esa misma que tardará toda una vida en cicatrizar. Ésa, que a pesar de tenerlo todo en contra, vino a favor. Mancha todo a su paso, incluso tus pasos. Tus temblorosos pasos. Tus inevitables pasos que nunca darán ya marcha atrás.

e12398038aebed7a06b62f5958c50780

Pisas suelo. Pisas amor. Pisas besos. Pisas vida.
Pisas cristales. Cristales rotos.
Rotos sin vuelta atrás. Rotos en forma de canción que tarareas como un himno propio y te acaricia el rostro antes de ir a dormir. Rotos puntiagudos que rasgan, lastiman y magullan sin intención.
Rotos, tan rotos, como tú. Y como yo.

Pero hoy, ya es de día, y sientes una sacudida entre el hueco que un día sostuvo a tu corazón.
Hoy, todo lo esparcido por el suelo no es más que polvo carcomido.
Polvo de rotos.
Polvo de pesadillas.

0931b36421c1201f19e9852c648a2125


FOTOGRAFÍAS: PINTEREST.COM / TEXTO: INFINITY HOPE©

7 pensamientos en “Cristales rotos

¿Qué te ha parecido?