Noches de dos

Ya no digas que no; que no vas a venir cada vez que la luna se esconde por el horizonte. Si quieres dime que quizás; quizás algún día decidas regresar en plena noche a este lugar; el mismo que te vio crecer y volar. La luna, a veces lunera, y otras, solo luna, decidió esperarte; igual que yo. Esperanzadas por verte aparecer, entre los dos naranjos del parque que llevaban al rio, con un petate y una libreta llena de vida y pensamientos. Los mismos que me contabas a medianoche descorchando una botella de vino al borde de la chimenea. Disfrutábamos sin prisas desvistiendo besos, compartiendo copa y tiempo; suerte y anhelos; risas y sueños. Lo curioso es que puedo recordar todas y cada una de tus comas y suspiros al contarlo. Bendita, o maldita, memoria la mía.

1

Los recuerdos son traicioneros la mayor parte del tiempo que uno los quiera, o pueda, recordar porque galopan a sus anchas sin darse cuenta que provocan el desgaste del alma. Yo no fui diestra y dejé que calasen cada noche más; un poco más. Hasta que topé con una reluciente y delicada luna llena que me encandiló con su brillo. Me sonsacó esa historia que llevaba gravada en la mirada, quizás fueron mis ojos que no paraban de buscarte en la oscuridad los que, poco a poco, fueron susurrándole palabras de una enamorada tardía. A través de mí, se enamoró de ti como algo irremediablemente loco; inevitable; predecible. Después, ella me contó que las estrellas no eran lo que parecían, que por el paraíso también había problemas, y que esperar se le antojaba unos de los mayores placeres del mundo. Por eso, sin casi darnos cuenta ya eramos dos que aguardábamos la noche con deseo; un deseo que se evaporaba al alba sin anestesia. La monotonía de los días no conseguía hacer mella ni en lunera ni en mi, pero yo sabía que no podía durar para siempre esa espera tan demente; tan poco cuerda. Todo lo que tenía junto a él era eso, una especie de importancia efímera entre los dos; un pacto silencioso regido por la química de su piel y la mía; un proceso químico sin adictivos pero con colorantes añadidos. Y así, un día cualquiera, dejé de visitar a lunera y su recuerdo, haciéndome amiga del presente sin esperar más que unos pocos rayos de sol que me avivaran los días y los sueños. No dejé de visitar el rincón de los naranjos rodeados de amapolas y frambuesas, pero de día parecía tener otro color, otro movimiento, y hasta otro olor. Muy poco familiar. Hasta hoy. Hoy flotaba en el ambiente una neblina un tanto común con olores a hierba mojada y a luna llena.

– Soy testarudo. Ya venía así, de fábrica, con la tara a cuestas mucho antes de conocerte, y sin embargo, no me di cuenta hasta que me alejé de ti.

Entre los dos naranjos, con la libreta y el petate bajo el brazo, como predicho por algún brujo con poderes, ahí estaba. Alimentando el deseo mutuo de volver a un recuerdo muy lejano.

Porque ver nacer ese amor era casi un sueño olvidado.

Casi.

98ed77749a0b9617dfc1263060146110


FOTOGRAFias: pinterest.COM / TEXTO: INFINITY HOPE©

24 pensamientos en “Noches de dos

  1. Ufffff, que sofoco, Hope!!
    Recordar un amor inacabado, esa espera inútil que en el fondo de tu memoria todavía espera…Y desespera. Melancólico es pensar en lo que pudo ser…Y ni siquiera fue, lo imposible que se tornó posible en aquellos momentos de vino y besos a escondidas, de risas secretas, caricias tan torpes como deseadas y te quieros con los ojos entornados y las manos enlazadas.
    Cachis en la mar salada, Hope….Me has dejado encandilada con la luna lunera cascabelera y si te digo la verdad yo tampoco he dejado de visitar (de vez en cuando) mi rincón mágico rodeado de pinos, cielo y mar donde una vez nos prometimos lo que nunca llegamos a cumplir….Quién sabe si algún día la piel se me erice al ver acercarse entre los pinos su silueta y su sonrisa.
    Besos «genia».

    Le gusta a 1 persona

    • Pa’ sofocos los que me das tu que me sigues la melancolía y aquí no acabamos jajajaja Me cachis Lady unas nacen con estrella y otras nacen romanticonas perdidas como nosotras ¿Qué le vamos a hacer? Un día tendrás que compartir conmigo el lugar de ese rincón mágico… Algún día 😛
      Besotes y achuchones enormes

      Le gusta a 1 persona

¿Qué te ha parecido?