Cartas inesperadas

La soleada mañana empezaba con una inesperada sorpresa, no sabía si buena o mala, así que me preparé un té “King of Pu-erh” y salí al jardín. Me senté en la mecedora de mimbre, añadí azúcar al té y suspiré una docena de veces antes de abrir el sobre, porque sabía exactamente de quién era esa desastrosa caligrafía.

“Las nubes deben de estar meciéndote a su antojo porque me ha costado más de lo inesperado encontrarte. Supongo que sigues igual de versátil dada la dirección y el apellido que usas. Tranquila, no es una carta de reproches cielo, creo que será la primera y última carta que te escribiré jamás. Mis escasas fuerzas están contadas pero algunas las he reservado para ti, no las quería desperdiciar en nada que no fueras tú. He comprendido que al final no perdimos ningún peón, eso lo supe al cabo de mucho tiempo, demasiado, para asumir que tenías razón. Ahora ya lo sabes, si, si… ¡Tenías razón! Solo jugamos de forma distinta al mismo juego y el paso del tiempo no nos perdonará ese error. Hoy por hoy me gustaría amanecer un día más junto a tus brazos. Hoy por hoy me gustaría besarte una vez más bajo nuestro cerezo. Hoy por hoy me gustaría mirarte a los ojos y ver mi reflejo en ellos. Pero hoy por hoy eso… ¿Qué más da, amor? Hoy por hoy te digo: he sido el hombre más afortunado de este mundo.
Gracias de todo corazón.
 Andy

Mi pulso estaba batiendo un record personal junto a la cascada de agua de mis ojos. Miré el reloj, di un sorbo al helado té y corrí como nunca antes había hecho. Solo deseaba una única cosa… “Espérame Andy”.

fotografía: weheartit.com / Texto: Infinity Hope©

8 pensamientos en “Cartas inesperadas

  1. Solo jugamos de forma distinta al mismo juego y el paso del tiempo no nos perdonará ese error!!
    Difícil jugar sin que nadie haga trampas…

    Me gusta

Replica a Hope x